Hablar de infografías es hacer referencia a un recurso genial en todo el sentido de la palabra, el cual es bastante atractivo por ser diferente al típico contenido hecho solo con texto, o acompañado de una que otra imagen.
Sin embargo, no muchos aprovechan las mismas, dejándolas de lado cuando en realidad les podrían sumar múltiples beneficios.
En este sentido, para hacerlo, el primer paso es conocer su concepto, así como su utilidad y claro, informarse de cómo llevarla a cabo.
La infografía es…
Una infografía es una representación visual de un tema en concreto, la cual combina gráficos, imágenes, y texto para transmitir información de manera clara y concisa.
Su propósito principal es simplificar datos complejos, haciéndolos más accesibles y fáciles de entender, incluso atractivos, para generar más interés entre las personas.
Utilidad de las infografías
A primeras, se le ve una que otra utilidad básica a estos medios tan geniales, pero suponen más de los que se creen.
Para entender más profundamente, y por supuesto, evaluar la posibilidad de usarla para el proyecto que tengas, mira esto:
- Simplifican información compleja. Ya veníamos adelantando que este es un gran factor, porque transforma datos densos en gráficos o diagramas, los cuales facilitan comprender rápidamente temas difíciles.
- Captan la atención. Elementos como estos atraen más que el texto puro, logrando que la audiencia se interese más por el contenido. Por esta razón, se crean para todo tipo de proyectos, ya sea para generar conciencia sobre un tema o para el propio diseño de tiendas online en Valladolid, donde una agencia de diseño web puede aportar una estética y funcionalidad atractivas para captar usuarios y potenciales clientes.
- Mejoran la retención de la información. Las personas recuerdan mejor la información presentada con imágenes y demás elementos, que la presentada solo con texto, por ende, queda de forma más retentiva en su mente.
- Favorecen la viralización en RRSS. Debido a su diseño, las infografías tienen más probabilidades de ser compartidas en plataformas sociales, siendo normal que se use en una agencia de link building Seovalladolid.es para poder destacar.
- Incrementan la comprensión. En temas donde los datos numéricos o estadísticos son esenciales, los gráficos y tablas integrados en las infografías permiten que las personas capten el mensaje con menos complicaciones, por eso lo vemos comúnmente en redes sociales como parte de las estrategias para crecer en Instagram.
- Ahorro de tiempo. Un punto genial que resaltar, y del que muchos no se dan cuenta, es que es capaz de resumir una gran cantidad de información en poco espacio, facilitando el consumo rápido de contenido.
- Útiles en presentaciones y clases. Facilitan la explicación de conceptos clave y mejoran la experiencia de aprendizaje.
- Ayudan a contar historias. A través de una narrativa, hace más simple contar una historia de manera más envolvente y fluida, la cual es posible destacar entre más personas con auditores SEO en Valladolid.
- Adaptables a cualquier formato. Pueden usarse tanto en medios impresos como digitales, manteniendo su efectividad,
- Posicionamiento SEO. Al incluir infografías optimizadas en un sitio web, puedes mejorar su visibilidad y clasificación en motores de búsqueda, sobre todo si lo combinas con los servicios de agencias de link building internacional.
Cómo funcionan las infografías
Las infografías funcionan combinando texto e imágenes para que la audiencia pueda asimilar la información sin esfuerzo. Se diseñan para guiar la vista del lector a través de un flujo lógico de datos, empleando colores, tipografías, y formas para estructurar la información. Además, los gráficos, iconos y diagramas ayudan a destacar los puntos más importantes.
No solo buscan presentar datos, sino también narrar una historia, y al usar elementos visuales, se genera una conexión emocional con el contenido, lo que facilita la comprensión y la retención.
Cómo crear una infografía
No se debe pensar que hacer esto es simple, aunque tampoco supone un gran nivel de complejidad.
De todas maneras, para guiarte paso a paso, te brindaremos información al respecto que debes poner en práctica:
- Define el tema y propósito. Elige un tema específico que desees explicar o explorar, siendo clave que le interese a tu audiencia y que el propósito sea claro desde el principio, ya sea educar, informar o entretener.
- Investiga y recopila datos. Reúne toda la información que necesitas sobre el tema, siempre mirando que los datos sean precisos y confiables, ya que una infografía debe transmitir información veraz.
- Organiza la información. Piensa en la jerarquía de la información: ¿Qué es lo más importante que el lector debe saber? ¿Cómo guiarás su atención de un punto a otro? Para lograr un buen resultado, divide datos en secciones con un flujo coherente.
- Elige el tipo de infografía. Dependiendo del contenido, elige si será una de procesos, estadísticas, comparaciones, cronologías, etc. Partiendo del tipo que escojas, estas se caracterizará de una forma u otra en como distribuyes la información en general.
- Crea un esquema visual. No empieces trabajando en lo que será la infografía final, porque vas a cometer errores, mejor haz un boceto. Este es el momento de definir dónde estarán los gráficos, el texto, los títulos, y las imágenes.
- Usa colores y tipografías adecuados. Elige una paleta de colores armoniosa que refuerce el mensaje y facilite la lectura. Las tipografías también deben ser claras y legibles, evitando el uso excesivo de estilos o tamaños que puedan confundir.
- Incorpora gráficos y visuales. Los gráficos son los más comunes, aunque existen más elementos, como figuras, diagramas, iconos, entre otros. Recuerda que los mismos deben ser una extensión del contenido, no solo un adorno.
- Mantén la simplicidad. La clave está en transmitir el mensaje sin tropiezos, por lo que todo exceso puede distraer al lector, por ende, no sobrecargues.
- Añade una llamada a la acción. Si tu infografía tiene un propósito promocional o educativo, no olvides agregar una llamada a la acción. Puede ser un enlace, una recomendación, o una invitación a profundizar en el tema.
- Revisa y ajusta. Antes de publicar, revisa cada detalle, desde la ortografía hasta la precisión de los datos. Asegúrate de que el diseño esté equilibrado y que todo sea comprensible de un vistazo.
Herramientas que te ayudarán a hacerla
En la actualidad disponemos de distintas herramientas para llevar a cabo este tipo de contenido, las cuales serían un desperdicio si no las conoces.
Lo mejor es que no es uno que otra, son varias, aunque entre tantas, nada más haremos mención a las que sabemos le podrás exprimir mucho:
- Canva. Canva es de las más usadas a nivel mundial por tener de todo, como por ejemplo plantillas prediseñadas fáciles de personalizar. Ideal para principiantes y expertos en diseño.
- Piktochart. Es una herramienta especializada en infografías con opciones avanzadas para crear gráficos y mapas interactivos.
- Venngage. Ofrece una amplia variedad de plantillas enfocadas en marketing, educación y en negocios.
- Adobe Spark. Parte de la suite Adobe, con dicha herramienta disponemos de plantillas y herramientas de diseño intuitivas para crear infografías con calidad profesional.
- Easel.ly. Permite inventar infografías fácilmente con una biblioteca de plantillas, gráficos, y diagramas.
Errores comunes que no debes cometer
Sobre todo si es la primera vez que se quiere hacer una infografía, es fundamental entender que en estos contextos es bastante común cometer errores.
Lo bueno es que te guiamos con información valiosa para que la tengas en cuenta, y sepas como evitarlos, o por lo menos, corregirlos si lo necesitas:
- Sobrecargar con información. Una infografía no debe incluir cada dato posible con respecto a un tema. Elige solo los puntos más importantes, porque si no, estaríamos hablando de un texto o de un contenido que no cumple su objetivo.
- Mal uso del color. Usar demasiados colores o una combinación poco atractiva puede distraer al lector. Es mejor optar por una paleta que sea armoniosa que guíe la vista sin generar fatiga.
- Falta de jerarquía visual. Si todo el texto y los gráficos tienen el mismo tamaño o importancia, el lector no sabrá qué debe leer primero.
- Gráficos incorrectos. Utilizar gráficos que no correspondan con los datos o que sean difíciles de interpretar es un error ordinario. La precisión de los mismos es un aspecto que verificar siempre, procurando que estén alineados con la información presentada.
- Tipografías difíciles de leer. El uso de fuentes decorativas o poco legibles hará que sea frustrante de leer. Mira que el texto sea claro y de tamaño adecuado.
- Diseño desorganizado. Si los elementos están desordenados o no siguen una estructura lógica, la infografía será confusa. Diseña con simpleza y garantiza que el lector pueda seguir la narrativa de manera natural.
- No adaptarla a su audiencia. En el caso de ser demasiado técnica para una audiencia general o demasiado simple para un público especializado, no cumplirá su objetivo.
- Ignorar el contexto. A veces los datos presentados necesitan contexto para ser comprendidos correctamente. No hagas entonces uso de estadísticas o hechos sin una breve explicación o título que los justifique.