Si estás desarrollando una marca personal o una empresa, seguramente tienes planes de expansión en el mercado y de trascender en el tiempo; es imperativo entonces que tengas un logotipo que te identifique.
Si a estas alturas no tienes uno, estás corriendo el gravísimo riesgo de estancarte, que tu negocio se diluya entre tus competidores y, finalmente, tu marca morirá antes de saborear las mieles del éxito financiero.
El desarrollo de página web es vital, pero si no va acompañado de un logotipo profesional tu negocio estará perdiendo muchas oportunidades.
Este aspecto es tan importante para la vida de tu marca, como lo es la calidad de tu producto o servicio y el resto de los detalles que tienes en cuenta para diferenciarte de tu competencia; porque, a fin de cuentas, si no tienes un logotipo es como si estuvieras trabajando de modo incógnito, “sin rastro ni historial”.
Para empezar: qué es un logotipo
En términos simples, se podría decir que es un símbolo que identifica a una marca, sociedad, empresa, movimiento, institución, agrupación o cualquier cosa que esté relacionada con ellas.
También se le conoce como logo y puede estar diseñado con letras, imágenes o una combinación de ambas; y su función es establecer una asociación visual, inmediata y directa, entre él y lo que sea que represente.
Es este elemento gráfico el que te permite distinguir a simple vista una Coca-Cola, los Levi’s o cualquier producto Apple, de cualquier cosa que se les parezca.
Podemos afirmar que es parte de la identidad corporativa y un elemento crucial para la fidelización del mercado que se pretende alcanzar.
Por qué deberías tener un logo
En estos tiempos, en los que marcar la diferencia implica entrar en una batalla campal contra otros que pretenden ofrecer lo mismo que tú, tener un símbolo gráfico que te distinga podría ser el factor decisivo entre triunfar y quedar sepultado en el anonimato. Si no tienes el tuyo, o el que hasta ahora has usado está desfasado o fue hecho de forma rudimentaria cuando estabas empezando (algunos han hecho sus logos en PowerPoint o en Word, aunque no lo creas); es hora de tomar cartas en el asunto y hacer algo profesional. Si necesitas ayuda profesional en este aspecto crucial, una empresa SEO puede ofrecerte no solo diseño de logo sino también una estrategia comprensiva que incluya link building para periódicos para mejorar la visibilidad de tu marca.
Cómo elegir tu logotipo
El logotipo es como un tatuaje, una vez que lo eliges y se hace público te acompañará por mucho tiempo; por eso no deberías irte a las primeras. Si no sabes por dónde empezar, esta guía te servirá de orientación:
Escoge un color
Piensa en el color que asocias con tu negocio o contigo mismo (si estás haciendo branding con tu nombre). Olvídate de colores extraños como “amarillo amanecer”, “color papaya madura” trata de buscar un color básico, fácil de distinguir y fácil de conseguir en diversos materiales, y conviértelo en el protagonista de todos los elementos de identidad: logo, papelería, fondos de pantalla, uniformes y todo cuanto lleve tu imagen institucional.
Participa y toma decisiones
No dejes todo el proceso en manos del diseñador gráfico o aun auditor seo técnico; este es un asunto que te concierne a ti y a tu equipo de trabajo. Haz lluvias de ideas, haz bocetos y pide opiniones, de modo que cuando vayas a la entrevista con el profesional a cargo, lleves una idea clara y el resultado final sea acertado, tanto en el aspecto estético, como en el aspecto comunicacional.
Las modas pasan, los logotipos quedan
No te guíes por las modas porque estas cambian y tu diseño se puede quedar atrapado en el tiempo. Escoge un diseño atemporal, que como mucho necesite un refrescamiento con el paso del tiempo, mas no un cambio total. Puedes ver varios ejemplos de esto en la evolución de los logos de Google, Lego, Nike y Apple; si haces una comparativa histórica te darás cuenta de que solo se han refrescado pero su esencia no ha cambiado.
¿Qué tienen que ver las redes sociales? Debes haberte dado cuenta de que el formato de la foto de perfil de la mayoría de las redes sociales es circular, si usas un logo cuadrado inevitablemente perderás detalles, alguna palabra, o parte de la imagen quedará cortada y esto se ve muy, pero muy mal. Pídele a tu diseñador que te haga una versión redonda, de modo que cuando lo uses en tus perfiles sociales, el logotipo no pierda ningún detalle.
Simplicidad
Un diseño simple se puede captar al primer vistazo, tiene pocos colores, uno o dos sería lo ideal. No tiene demasiados detalles, arabescos ni efectos como degradados de color o sombras.
La simplicidad permite que de cualquier forma la imagen sea fácilmente identificable.
Adaptabilidad y versatilidad
El diseño elegido debe verse bien en cualquier formato y tamaño, ya sea en una valla publicitaria, en una tarjeta de presentación o en el clip de un lapicero. De la misma forma, se debería ver igual de bien en papel, tela, metal, plástico y cualquier otra superficie.
No menos importante es que el diseño sea legible a color, negro, escala de grises o negativo.
Por esta razón se recomienda que su diseño original sea vectorial.
Pregnancia
La pregnancia es la capacidad que tiene un diseño de ser memorable; que al verlo se quede literalmente fijado en la memoria. Por tal razón es importante ser cuidadosos a la hora de escoger.
Tu logotipo no se puede parecer a otro; la originalidad y la sencillez tienen mucho que ver en este aspecto.
Déjate de sentimentalismos
Una agencia de posicionamiento web en Valladolid te recomendará que no le encargues este trabajo a tu amigo o tu familiar, que no es diseñador gráfico pero que sabe algo de Photoshop, y tu madre te insiste en que le des ese trabajito a él.
Si tu amigo o tu familiar no es diseñador gráfico especializado en la elaboración de logos, lo que probablemente pasará es que no quede bien; no estarás satisfecho con el trabajo y esa persona también terminará resentida porque perdió su tiempo en un trabajo que al final no se utilizó. ¡Ve directamente con un profesional!
Parecerá poco sutil, pero, tampoco es buena idea incluir en el diseño a tu bebé, a tu mascota o algún familiar que quieres honrar, pero que nada tienen que ver con la identidad de tu negocio ni con lo que quieres comunicar. Este tipo de subjetividades solo tienen significado para ti, pero son contraproducentes cuando se trata de crear un vínculo con el público.